El liderazgo por sí solo, se relaciona con el control que se asume sobre un grupo de personas. En cambio, contar con la capacidad y habilidad de influir en esas personas con el propósito de lograr objetivos concretos y mejorar el desempeño se denomina liderazgo de influencia.
La importancia de un líder influyente en cualquier ámbito del mundo laboral no se discute. Por ello, vale la pena conocer cómo puedes desarrollar esta habilidad que te ayudará a formar un pensamiento innovador.
Además, te dará las herramientas necesarias para generar cambios propicios para tu éxito profesional. En este artículo, te contamos todo lo que debes saber para ser un líder influyente.
Ambos son conceptos que guardan una estrecha relación y deben ir de la mano para dirigir a un equipo de manera efectiva. Sin embargo, tener una posición de liderazgo no necesariamente implica tener influencia.
El liderazgo surge de la autoridad, mientras que la influencia nace de la conexión. De allí podemos afirmar que se puede influir sin ser un líder y se puede liderar sin influir, pero no se puede ser un buen líder si no se tiene ninguna influencia en un equipo.
Ser líder consiste en coordinar, desde una posición de poder o de mayor jerarquía, a las personas que componen el grupo o equipo. Mientras que, se entiende por influir en otros, la capacidad de lograr que las personas adopten los comportamientos que se les pide.
Es decir, la influencia constituye un efecto imprescindible para lograr que las personas se sientan motivadas a ejercer acciones que se les demanda.
La capacidad de captar la atención de los otros e influir en su comportamiento es uno de los retos más grandes e importantes del líder moderno. Sobre todo, debido a la estructura tradicional que aún siguen algunas organizaciones.
El mundo organizacional es dinámico y siempre cambiante, por lo que el liderazgo debe adaptarse a esto. Es necesario abandonar la rigidez estructural de la jerarquía y orientarse más hacia el poder de la influencia y la capacidad de generar confianza, pues si las personas se sienten conectadas, trabajarán con mayor productividad, motivación, y lograrán mejores resultados.
Ahora bien, ¿cómo ser un líder influyente y cómo canalizarlo? Lo primero, es entender que este tipo de líder actúa más por inteligencia emocional que por autoridad, es más humano y siempre involucra tanto las relaciones como los resultados.
Para lograr un liderazgo de influencia es fundamental delegar y confiar en la capacidad del equipo, pero involucrándose en cada fase y proceso que se lleve dentro de la organización.
De esta manera, el proceso de toma de decisiones no solo se vuelve compartido y más dinámico. También se obtiene el máximo rendimiento del equipo y de los individuos, involucrados en un proceso.
Mejora las relaciones entre los miembros del equipo de trabajo.
Se establece una mejor comunicación, tanto para resolver problemas como para expresarlos.
Los colaboradores se mantienen motivados.
En caso de existir un conflicto, los colaboradores tienen la capacidad de participar en las decisiones.
Aumenta la productividad de los empleados.
Reduce la rotación de colaboradores
A continuación te presentamos tres recomendaciones que te ayudarán a establecer una base más fuerte para tu persona y en consecuencia, generar influencia de forma positiva con tus compañeros de equipo.
Mantén una postura empática con los demás: La empatía es la habilidad de entender los pensamientos y el sentir de las otras personas, es un pilar fundamental en cualquier tipo de relación, y el ambiente laboral no es la excepción.
Requiere de un nivel de inteligencia emocional significativo y contribuye a crear un espacio de comunicación efectiva, confianza y apoyo.
Creer en el potencial de las personas: Para poder impulsar el potencial de los colaboradores que lideras, es importante que sepas detectar sus fortalezas y habilidades, ya que si solo se consideran sus debilidades o sus errores, el proceso de crecimiento quedará frustrado.
Además, si se reconoce el trabajo de los otros, se sentirán motivadas, serán conscientes de qué están haciendo bien sus tareas, y podrán continuar mejorando, de la mano de una sensación de bienestar emocional.
Integridad: La integridad implica el autoconocimiento de uno mismo, el entendimiento, gestión, y expresión adecuada de las emociones. Esto ayuda a generar interacciones auténticas con el entorno y las personas, así como conducirse de forma positiva frente a dilemas relacionados al trabajo.
Otro punto a destacar sobre la integridad es que brinda las herramientas emocionales para encarar obstáculos dentro de un emprendimiento o proyecto, además de obtener beneficios de los desafíos que se presentan.
En U-ERRE impulsamos el liderazgo de influencia en los alumnos mediante nuestro nuevo modelo educativo, que se caracteriza por ser vanguardista, innovador y disruptivo.
Manejamos el aprendizaje de forma diferente. Lo implementamos de una manera más digerible para los alumnos y enfocado no solamente en adquirir conocimientos académicos o técnicos, sino en crear experiencias que puedan traducirse a una formación práctica, una educación más completa y mayores oportunidades laborales.
Esto lo logramos a través de un coach U-ERRE que impulsa a los alumnos a pensar y aprender fuera de las metodologías convencionales.
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