Tips para mejorar tu productividad y rendimiento académico
Sin lugar a dudas, cursar la preparatoria o universidad requiere esfuerzo físico y mental por parte de todos los estudiantes, especialmente en periodos de estrés como fechas de exámenes. Por ello, en U-ERRE tenemos muy presente la importancia de la salud mental para mantener sanos a toda nuestra comunidad estudiantil.
En este artículo te compartiremos algunos consejos y hábitos que te permitirán acelerar tu productividad al mismo tiempo que creas un ambiente estudiantil más positivo.
¿Cómo mejorar tu productividad y rendimiento profesional?
1. Establece metas diarias
¿Quieres aumentar tus calificaciones?, ¿te interesa ganar algún concurso académico? Recuerda que para conseguir grandes objetivos, primero hay que dar pequeños pasos, y, para ello, lo más recomendable es fijar metas diarias.
Esto te ayudará a ir avanzando poco a poco y a evitar la procrastinación. Además, conforme vayas viendo resultados, estas metas diarias se convertirán en tu mayor motivación y te mantendrán enfocado en el estudio haciendo de ti una persona más productiva y con mejores resultados académicos.
Te puedes apoyar de listas y calendarios físicos o digitales. Apps como Google Calendar y Todoist son ejemplos de aplicaciones usadas para fines como aumentar tu productividad y rendimiento académico, cabe mencionar que la oferta es mucho más amplia. Incluso hay aplicaciones para el trabajo en equipo, que te permiten asignar tareas y periodos de realización.
2. Organiza tu espacio de trabajo
El orden y la limpieza, tanto en tu espacio físico como en tus notas y archivos, es fundamental para mantener la concentración, alejar el estrés, avanzar a buen ritmo con tus tareas y conseguir un óptimo aprendizaje. Así que libera tu escritorio o mesa de cualquier artículo o papelería que no te sirva en ese momento, y adecua el espacio para hacerlo más confortable.
Procura que el computador esté a la altura de tus ojos, incorpora una buena iluminación y ten a la mano los cuadernos o libros que vayas a utilizar. Esto sin duda, mantendrá tu mente positiva y en calma para dar inicio a tus actividades del día.
También haz a un lado las redes sociales; estas representan una importante fuente de distracción, por ello, se recomienda practicar el minimalismo digital, lo que significa consumir la menor cantidad de información posible en el menor número de aplicaciones. Ponlo en práctica y comienza a mejorar tu productividad y rendimiento académico.
3. Planifica momentos de descanso
Es importante que aproveches tu tiempo libre en actividades que te brinden un bienestar integral, especialmente durante la carrera profesional, así regresarás con mayor energía e impulsarás tu rendimiento académico.
El descanso no se refiere únicamente a dormir, sino también a realizar actividades placenteras y sin estrés, como hacer ejercicio o disfrutar de un tiempo en familia. Así que busca pasatiempos que permitan despejar tu mente, tanto fuera como dentro de las universidades, como clases baile, teatro o incluso círculos de lectura.
4. Comienza por las actividades menos deseadas
Todos tenemos ciclos de trabajo y descanso diferentes. Hay personas cuyo rendimiento académico es óptimo muy temprano y otras que solo se pueden concentrar en las noches. En este sentido, identificar tu periodo más productivo hará que reserves las tareas más demandantes para las primeras horas y no agotar antes tu concentración.
En el libro “Atomic Habits” de James Clear, el escritor propone una serie de leyes para establecer buenos hábitos. El priorizar las tareas más demandantes para los momentos más productivos es una de las más relevantes. En él se habla de modificar nuestro entorno, reducir lo más complejo en pequeñas tareas y seleccionar el momento decisivo para hacerlo.
5. Incorpora algún método de estudio
Leer y memorizar es la técnica más común de estudio, sin embargo, no es efectiva cuando se trata de comprender y retener información a largo plazo. La idea de estudiar es asimilar el conocimiento y que puedas asociarlo con muchos otros en cualquier momento, así que lo mejor es probar otro método de estudio que, además de ayudar a entender los temas, permita agilizar este proceso.
Elaborar fichas de estudio, crear reglas mnemotécnicas, hacer mapas mentales, subrayar lo más importante, entre otras técnicas, mejora productividad, ayuda a comparar, analizar, definir y sintetizar la información, y facilita el repaso al terminar la etapa de mayor concentración durante el estudio.
6. Utiliza técnicas de timeboxing
Entre las técnicas de estudio, el timeboxing mejora la productividad, gracias a que delimita periodos máximos para concretar proyectos. Está inspirada en la técnica Pomodoro, pero llevada a una escala de tiempo más extensa.
También se confunde con el timeblocking, el cual consiste en planificar el día anticipadamente y reservar ciertos espacios para hacer tareas específicas sin tener que completarla necesariamente.
En sí, cualquiera de estas técnicas mejora la productividad y eleva tu rendimiento académico, solo debes encontrar la que mejor se acomode a tu ritmo y a las tareas que debes realizar en ese momento.
7. Sé constante
La perseverancia es una actitud que puede reforzarse de diferentes formas, entre ellas a través del acompañamiento de amigos, compañeros o familiares. La retroalimentación y el seguimiento incrementa el compromiso contigo mismo y te ayuda a mantener la mente positiva.
Además, mientras más constante seas más rápido adquirirás hábitos de estudio y, para ello, es importante estudiar todos los días a la misma hora, tener una buena planificación de actividades, evitar distracciones y disponer de un lugar para el estudio.
Trabajar en tu salud mental también es vital para ser constante en tu educación. Así que enfócate en meditar, descansar, comer bien, divertirte, comunicarte cuando estés preocupado o estresado, mantener tu cuerpo activo y gestionar tus pensamientos hacia lo positivo. Así no descuidarás tu educación y tendrás una vida más equilibrada.
8. Aliméntate de manera sana
Durante la carrera profesional es normal que los estudiantes adquieran malos hábitos alimenticios, lo que hace que incluso sus técnicas de estudio sean poco efectivas. El uso de estimulantes como la cafeína o las bebidas azucaradas podría traer beneficios a corto plazo, pero la capacidad de alerta y niveles de energía afectarán tu aprendizaje a futuro.
Por tanto, lo ideal es mantener una dieta lo más natural posible incluyendo en gran medida frutas y verduras que contengan compuestos como antioxidantes y vitaminas. También hay que añadir fuentes de proteína que aporten ácidos grasos y omega 3, como el pescado y las nueces de todo tipo, ya que mejoran la memoria y la concentración, impactando directamente de manera positiva tu capacidad intelectual y rendimiento académico.
Sin duda, a través de estos consejos verás una mejora en tus hábitos de estudio y, por ende, en tu productividad. En U-ERRE nos preocupamos por el bienestar y salud mental de nuestros alumnos en cada etapa de su formación profesional. Así que no dudes en comenzar tu proceso educativo con nosotros e integrarte a una de las mejores universidades de Monterrey.