Desde su fundación en 1969, la Universidad Regiomontana ha buscado diferenciarse de otras instituciones, no solo por su calidad educativa, sino por poner la innovación al servicio de la comunidad. Si bien el enfoque de su sistema educativo ha ido transformándose a lo largo de las décadas, existen tres factores que, quienes formamos parte de ella, consideramos nuestras insignias. Esta vez te las compartimos.
En una era en la que la rigidez de los planes de estudio era la norma, la U-ERRE rompió los paradigmas y dio un salto audaz hacia el futuro al introducir sus programas tetramestrales.
Esta decisión no solo marcó un hito en la historia de la educación superior en México, sino que también subrayó la profunda convicción de U-ERRE de que la educación debe evolucionar para adaptarse a las necesidades cambiantes del mundo moderno.
Este revolucionario enfoque educativo fue mucho más que un simple cambio de calendario académico. Fue un compromiso con la transformación educativa, con un enfoque centrado en el estudiante.
La innovación de los programas tetramestrales radica en su capacidad para combinar la calidad educativa con la practicidad. En lugar de meramente transmitir información, estos programas se diseñaron para fomentar habilidades prácticas y conocimientos aplicables directamente en el mercado laboral.
Así, U-ERRE se convirtió en un pionero en la creación de profesionales preparados para enfrentar los desafíos del mundo real desde el momento en que cruzan la puerta de la universidad.
Además, estos programas no solo son un compromiso con la excelencia educativa, sino también con la equidad y la responsabilidad social. U-ERRE no solo se centró en brindar educación de calidad, sino que también se esforzó por hacer que la educación sea accesible y flexible para una amplia gama de estudiantes.
La posibilidad de equilibrar la vida laboral y académica, la flexibilidad de horarios que incluyen turnos matutinos, vespertinos y nocturnos, junto con la opción de educación a distancia, y la capacidad de organizar los pagos de colegiaturas de acuerdo con las posibilidades económicas de los estudiantes, son ejemplos claros de cómo U-ERRE ha priorizado a sus alumnos.
Este enfoque transformador no surgió de la nada, sino que fue impulsado por una visión audaz y un líder visionario. El empresario Roberto Treviño, propietario y rector de U-ERRE en ese momento, tomó la decisión valiente de adoptar los programas tetramestrales en 1974.
Esta visión ha perdurado y prosperado, ya que el sistema ha demostrado ser efectivo y ha ganado la confianza de estudiantes, profesores y empleadores.
Aunque muchas cosas han cambiado en cuanto a infraestructura y procesos académicos —como la llegada de la educación a distancia—, uno de los valores de nuestra historia es la cercanía que hemos tenido con la comunidad. Creemos firmemente en que nuestra propuesta de educación de calidad y las instalaciones desde las que trabajamos, deben integrarse de manera armónica al espacio que nos rodea.
Desde el comienzo, todos los edificios que componían el campus se localizaron en el centro de la Ciudad de Monterrey, cerca de los medios de transporte. Su primera ubicación, llamada Instituto Modelo, estaba en la Calle Hidalgo 524 poniente, y años más tarde, la universidad tuvo diversas sedes en inmuebles que se adecuaron como salones de clases, oficinas y espacios comunes.
Entre los años ochenta y noventa, la escuela alcanzó una máxima expansión, llegando a ocupar hasta 60 predios. Lo anterior se debió al incremento de la matrícula, pero también a la construcción de laboratorios y otros espacios acordes con los modelos de aprendizaje de los distintos programas.
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La Universidad Regiomontana no sólo se destaca por sus programas educativos innovadores, sino también por el perfil único y distintivo de sus estudiantes.
Enclavada en el corazón de Monterrey, una ciudad que respira emprendimiento y dinamismo, U-ERRE ha atraído a un grupo de individuos que personifican el espíritu emprendedor y el compromiso social que son sellos distintivos de la institución.
El campus urbano de U-ERRE, ubicado en el epicentro de Monterrey, ha sido un imán para estudiantes que buscan combinar sus estudios con el trabajo, creando una dinámica única de aprendizaje y aplicación práctica.
Esta característica distintiva ha moldeado el perfil de los estudiantes de U-ERRE en personas tenaces, determinadas y comprometidas con el crecimiento personal y profesional.
Desde el inicio, la universidad entendió la importancia de brindar educación de calidad a la mayor cantidad de alumnos, lo que llevó al establecimiento de un Fondo de Becas. Este fondo no solo facilita el acceso a la educación superior, sino que también resalta la misión de U-ERRE de ser una fuerza impulsora en la transformación social y económica del país.
El estudiante de U-ERRE no es sólo un receptor de conocimiento, sino un agente de cambio en su propia vida y en la sociedad en general.
Esta mentalidad se refleja en la estadística que habla por sí sola: desde el 2015, el 50% de los estudiantes de U-ERRE han comenzado su carrera mientras aún están en la universidad, demostrando una valiosa combinación de determinación y habilidades para la gestión del tiempo.
Y el compromiso no termina ahí; al finalizar sus estudios, el 90% de los graduados de U-ERRE obtienen empleo formal, lo que subraya la capacidad de la universidad para cultivar individuos que son altamente empleables y están listos para contribuir significativamente en su campo de elección.
En cada graduado exitoso y en cada historia de impacto positivo, U-ERRE ve la confirmación de su enfoque educativo único.
El perfil de los estudiantes de U-ERRE no sólo es un testimonio del compromiso de la universidad con la excelencia, sino también un reflejo del espíritu emprendedor, solidario y orientado al trabajo que define a la comunidad de la universidad.
Estos individuos se convierten en líderes en sus campos, inspirando a otros con su determinación y contribuyendo al progreso social y económico de México y más allá.
Si quieres conocer más sobre nuestra filosofía y programas educativos, acércate a U-ERRE y vive la experiencia de una educación de calidad, integral y con responsabilidad social.
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